Aquí estoy, vulnerable. Nunca he querido ser figura frágil, más nunca he dejado de serlo. Todo por no tener la capacidad de animarme a mí mismo y emprender. Consciente de mis fallas y renegando las cosas de la vida, ando ebrio de soledad; hundido en un vicio que descarrila el porvenir. Aquí estoy, siendo esclavo de una rutina que no me atrevo a abandonar, pero que tampoco me hace feliz. Aquí estoy, solo con mis amigos que oyen lo que hoy escribo; Sino fuera por su diversidad de personalidad sería más difícil los días sin nadie que comprenda lo que tengo que decir. Qué difíciles son los días sin alguien que ayude a mitigar la pena! ¡Qué vulgar es no tener independencia emocional! Hoy sólo soy un idiota buscando demostrar de que soy alguien especial. Hoy sólo soy un miserable buscando cazar a quien encienda la chispa que ya perdí. Ya no hay quien quiera saber qué tal estuvo mi día. Ya no hay quien quiera saber si las sonrisas que pinto en los demás no son más que la proyección de mi máscara contenta. Temo estar encarnando a un estúpido payaso que ríe por fuera, pero que por dentro tal vez está vacío. Temo haber perdido el impulso de vivir. Hoy sólo estoy yo y ebrio de soledad fumo buscando desbaratar, además de mis pulmones, mi ridículo corazón.
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