Mis ojos fueron abriéndose y majestuosamente estaba ella allí tan indefensa, hermosa y angelical sus ojos color miel, me devolvieron a la vida si esa vida que se fue junto con ella cuando se marchó, mis ojos no podían creer lo que veían, una lagrima salió recorriendo mi rostro una lagrima de esperanza, de tranquilidad, inmediatamente me abalance hacia ella para abrazarla seguí hasta que caí al suelo este se volvía infinito y negro, era como un abismo me dirigía hacia la luz y..
Entonces desperté y percate que era un sueño, después de todo no se puede hablar ni ver a los muertos.
Entonces desperté y percate que era un sueño, después de todo no se puede hablar ni ver a los muertos.
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